Con dos empates se completaron las 15 fechas de la categoría Máster en su primer campeonato de liga en absoluto después del debut en la Copa en la Navidad pasada. El Torneo que como es ya sabido fue dedicado a la memoria de “Camilo Marino” miembro de esta comunidad de futbolistas quien falleciera a finales del año pasado durante un partido de esta liga. El primer ganador resultó ser el equipo Genoa que aprovechó al máximo las debilidades de los adversarios durante la fase intermedia del campeonato y almacenó una abultada ventaja que le permitió resistir al final. Genoa recibió el justo premio de Campeón por haber sido el equipo más regular en todo el trayecto. Su plantilla, si bien corta fue la de más calidad del campeonato y nunca tuvo que lamentar ausencias o lesiones determinantes. También se benefició de tener el portero más confiable (Lanciani) el cual como era de esperarse resultó el menos goleado del torneo. Esto en cualquier equipo es importante pero en una liga como esta es vital. El delantero Angelo Corriere fue el goleador con una cosecha de más del doble del segundo. Corriere es prácticamente uno de los pocos atacantes de “oficio” en la liga y eso se notó pues a lo largo de las jornadas le marcó en repetición goles de todo tipo y a todos los porteros que se le atravesaron, sustentado por una media cancha productiva de gente que saben jugar al futbol como Martins, Tunzi, Minichino o Enzo Meo. La defensa aunque un poco lenta siempre estuvo bien parada y solventó los problemas de lentitud con la experiencia. El equipo Roma resultó ser el subcampeón del Torneo. Los rojiamarillos comenzaron bien pero luego cayeron en un bache de errores defensivos imperdonables que le hicieron perder el tren. Recuperaron al final con la contratación de “Muralla” Donato Graziano que aportó un mayor equilibrio y esto le permitió obtener varias victorias al hilo que lo proyectaron en el segundo lugar. De la presencia de Muralla se beneficiaron mucho Leoni y Castillo que tuvieron más posibilidad de crear los ataques del equipo sin tener que padecer en la defensiva y también los defensas como Ricci, Maggi o Príncipe que contaban ahora con un apoyo fundamental para las entregas de los balones recuperados. La delantera del Roma fue menos eficiente que su defensa en cuanto dilapidó más de lo que capitalizó. La velocidad de Paparcuri fue importantísima a la hora de abrir brechas pero no tuvo la misma eficiencia a la hora de cobrar.  Roma también resultó ser el equipo más disciplinado según el conteo de tarjetas. Tercero quedó el Napoli, que, contrario al Genoa, a pesar de tener una plantilla larga y con elementos de calidad futbolística, tuvo que lidiar permanentemente con las ausencias de la gente importante y con deficiencias defensivas que a ratos resultaron escandalosas. Arnout de Melo el elemento de mayor clase técnica solo estuvo disponible al principio y al final del torneo y un elemento defensivo de calidad como Fanelli se perdió más de la mitad de la liga. El otro defensa confiable, Vitola, también estuvo ausente en varias ocasiones, y los porteros que fueron utilizados no pudieron garantizar la tranquilidad. Destacaron Mario Pereira, Walter Galin y un sorprendente Mario Di Lello que ya aprendió incluso como utilizar las maneras bruscas y en su vehemencia hasta tuvo una acumulación de tres amarillas que le hizo saltar una fecha. La delantera con Savarese y Scotti, alternó buenas actuaciones con otras para el olvido y la parte medular solo pudo apreciarse en los pocos partidos en los cuales el equipo estuvo completo. Cerró la clasificación el equipo Torino que se instaló en el sótano prácticamente desde la primera fecha y nunca pudo salir de él. En justificación de los granatas hay que señalar que tuvieron la nomina más débil del torneo pues los elementos de categoría que le asignaron nunca vinieron (Romano o Macario) y los menos aptos siempre asistieron. Cuando se buscaron las alternativas, estas se lesionaron (Della Polla y Juan Carlos García) y o fueron anexados tarde (Nunzio). El envejecimiento de algunos y la baja forma de otros completaron la tortilla. Solo se salvaron del naufragio Corbetta que aportó una gran cuota de goles y de juego, Faratro que también aportó su cuota de goles aunque fue muy discontinuo, De Libero en la parte defensiva después de la llegada de un partner rápido como Nunzio y Franco Sicurella (jugador fair play del equipo) que a pesar de la edad mantiene una presencia firme y lucida por la lateral izquierda. Los otros definitivamente tuvieron una mala temporada. Pero no importa, somos jóvenes, tenemos todo el tiempo para recuperar.