Concluyó la liga súper con un resultado que en cierta forma fue sorpresivo. Juventus logró vencer al Inter en lo que parecía ser una final premeditada (en cambio fue un partido de final de liga entre el primero y el segundo)  y en el último suspiro de liga, con el pronóstico en contra pudo lograr un título que ya se le había escapado por mala suerte en la Copa Navidad. Los blanquinegros fueron sin duda el equipo más regular durante el torneo y a pesar de importantes lesiones de sus jugadores (Villa, Mimmo Rossi) solo tuvieron un bajón breve en las dos semanas que coincidieron con la décima fecha cuando perdieron frente al mismo Inter y de ese partido surgieron consecuencias disciplinarias (Tacconi, Passariello) que mermaron el rendimiento del equipo. Algo que la plantilla, ahora Campeón, supo corregir rápidamente y cómplice un Inter que se quedó dormida en lo mejor de la película, volvió a la senda ganadora y con todo merecimiento coronó con el titulo el Torneo de Liga 2009. El héroe del día fue Nico Di Rosa, jugador de clase aunque un poco irregular y en cierta forma anárquico. Nico se echó  el equipo al hombro desde el primer minuto haciendo que la temprana lesión de Mimmo Rossi, goleador de Juventus, pareciera un percance sin importancia. Un partido el suyo pleno de pases, recortes, driblings acertados, percusiones por ambas bandas y culminado en la perla de la noche: un tiro de esquina olímpico que burló a un portero experimentado como Delfino y se anidó en el ángulo superior opuesto.

El Inter nunca pudo entrarle al partido pues sus jugadores estrellas no brillaron en toda la noche y fueron apagándose tímidamente como candelitas al viento. Algo que ya venía sucediendo en las últimas semanas  y que no se pudo verificar debido a los repetidos incumplimientos de los otros equipos que confundieron las realidades. El Inter fue en opinión de muchos el equipo más completo y el grupo más homogéneo y cumplidor. Mantuvo por muchas semanas una persecución implacable al Juventus que intentaba escaparse y lo emparejó y superó en plena recta final. Luego una vez en la punta aflojó en forma inconcebible (especialmente en el partido contra Palermo con el cual perdió feo y el Civitella, empate agónico) permitiendo el regreso de su adversario directo. A paridad de puntos para el último encuentro le bastaba el empate para salir campeón pero  no pudo lograrlo y entregó mansamente el titulo. Desde su estructuración el Inter Súper Veterano siempre ha estado en la pelea por el campeonato pero éste siempre se le ha escapado por un pelo. Y este a año con el agravante de tener en sus filas dos “portafortuna” ganadores de siempre con Sandro Villa y Gianni Bassani.

De los demás equipos se salvó solamente el Palermo. Buen grupo con individualidades de clase y jugadores cumplidores que pocas veces faltaron. Tuvo algún bajón de rendimiento a raíz de la lesión de Madonia (portero titular) aunque esta fue prontamente remediada con la incorporación del joven Boccito que estuvo más que a la altura.  No cumplieron a pleno gente que estaba para hacer la diferencia como Serrano, D’Amico y Racaniello, sin embargo, esto mermó algunos resultados en la cancha pero la organización y la mística del grupo nunca. Al final la tragedia de Costantini tambaleó bastante a toda nuestra comunidad pero como es lógico suponer lo hizo en manera aumentativa al grupo del Palermo. Al final los rosaneros quedaron como terceros en el torneo y ya se preparan con todo después de pagar la novatada del debut en Súper, para convertirse en referencia de la liga. Cuarto con más pena que gloria terminó  el Sampdoria que a pesar de tener una plantilla de nombres excelentes, nunca pudo contar con la batería pesada pues, algunos comprometidos en dos ligas que se jugaban en simultaneo no tuvieron la capacidad de clonarse para mandar a jugar uno en cada liga, otros decidieron no asistir por razones personales y otros sencillamente no estuvieron a la altura por razones justificadas o no. Su único merito fue el de no haber dado nunca forfeit y el de haber perdido muchos partidos en forma apretada luego de ofrecer una encomiable resistencia. De las individualidades destacaron Lombardi que cumplió a cabalidad y aportó una gran cantidad de velocidad al equipo, Nino Di Giovanni, siempre presente y jugador fair play al que nunca le sacaron tarjeta pese a jugar en una posición de alto riesgo y Julio Antelo, debutante en la liga que también brindó mucho entusiasmo y coraje.  

Cerraron Civitella y Azzurra. Ambos contaron con nominas privilegiadas por lo menos en cuanto a nombres, sin embargo las lesiones, incomprensiones, rebeldías y otras especies conspiraron para que nunca tuvieran equipo y en el caso de Azzurra almacenó la increíble cifra de 4 forfeit en un campeonato, algo que no se veía en los torneo internos desde la prehistoria. El balance del torneo Súper (primero después de la separación de los Máster) fue sin duda negativo. Las razones que ocasionaron dicho balance fueron plenamente identificadas y se está trabajando en las propuestas para los correctivos, sin embargo el éxito de ello depende básicamente de los protagonistas y de su participación. Un solo árbol no hace montaña y si queremos tener un torneo de calidad cada quien debe aportar su granito de arena, así sea solo el de la participación.