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Martins tuvo la buena para empatar y no la desaprovechó. |
FICHA TECNICA
Típica Roma, seria, aplicada, tranquila, concreta. Típica Juventus, excéntrica,
indisciplinada, anárquica, nerviosa. Buena solo durante media hora en la cual anotó uno (con Zanoletti) y pudo haber anotado
varios más alegremente desperdiciados por sus delanteros. Luego el empate puesto en bandeja por un mal manejo defensivo de
Pezzulo e inmediatamente los nervios y el caos en casa juventina. Martíns no perdona con un diagonal perfecto desde el borde
del área que se incrusta en el ángulo superior opuesto del portero Antonio. De allí en adelante todo fue coser y cantar para
los romanistas que no tuvieron que hacer ningún esfuerzo para contener las desordenadas propuestas blanquinegras, previsibles
y monotemáticas con permanente pases sin destino en una búsqueda vertical a compañeros imaginarios.
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