Jornada surrealista en Primera con un primer partido entre Napoli y Sorrento jugado de milagro, con el árbitro listo para asignar forfeit al primero que completara la nómina y que finalmente con bastante retraso se pudo efectuar convirtiéndose en un toma y dame de goles provocado por la informalidad de las alineaciones y el clima de caimanera de verano. A colaborar con este guiso contribuyó el compromiso de la Selección contra Dos caminos en la mañana y los nuevos horarios que nos obligan a comenzar temprano por el ahorro de luz. Entre ausencias, deserciones y luego expulsiones en ambos equipos el Napoli se alzó con la victoria con un 8-5 poco serio pero victoria al fin que engorda legalmente la clasificación general y las de goleadores y asistencias. Buen botín para Johan Rubio que capitalizó dos goles y sobre todo de Yaqui Giannetto que contabilizó cuatro asistencias. Lástima que en ese clima de feria cuatro jugadores se dedicaron a insultarse y el árbitro se vio obligado a expulsarlos. Van a hacer falta en la próxima jornada.

A segunda hora el encuentro fue más serio pero igualmente peleado y emocionante con dos equipos Roma y Pescara que anotaron 3 cada uno sin contar las que se comieron y hasta el último instante mantuvieron a los espectadores con el aliento suspendido. El Pescara se fue adelante con gol de Ettari a pase de Ferri sin embargo la Roma se le fue encima de inmediato y con gol Raqueti a pase de su hermano Eligio y luego par de goles de Luis Navarro que completaba un week end de película con tres goles el sábado y dos el domingo cerraba la primera parte con una solida ventaja de 3-1. El partido lejos de estar cerrado se reabría de inmediato en la segunda parte con un gol de Iannicelli servido por Ettari y daba pie a una emocionante batalla en todo el segundo tiempo. A los 75 minutos el árbitro decreta penal a favor de Pescara por un foul del portero sobre Carmagnola dentro del área. Iannicelli realiza con la efectividad de costumbre y empata el juego. Obviamente el penal en contra no fue muy bien recibido por algún romanista que perdió la serenidad y de allí a pocos minutos eran expulsados Delle Donne y Nasser por protestar al árbitro. Con nueve hombres en la cancha el Roma debilitó su estamento defensivo cosa que no aprovechó Pescara pues no fue capaz de capitalizar uno más que lo tuvo en los pies de Ettari pero una salida oportuna de Figliulo con los pies evito la caída.