El Napoli tardaba en completar su nómina y ya los equipos se encontraban organizando la distribución
de la caimanera cuando apareció el octavo hombre Walter Galin a decretar la oficialidad del partido que comenzó en 11 contra
8. En menos de cinco minutos se completaba el cuadro con la llegada de Bocchio, Faratro y Amendolara y el partido pasaba a
ser no solo oficial sino “verdadero”. Los desanimados azules se animaron
y los nerviosos grises comenzaron a vislumbrar la recurrente fatalidad del “muerto que se levanta y se convierte en
zombi”. Luego de unos quince minutos de amenazas recíprocas e infantiles errores de puntería de los juventinos, pasa
el Napoli con perfecta pared entre Savarese y Bocchio que pone a este en inmejorable situación. Tiro a media altura y gol
del 1-0. No pasan dos minutos y el miedo al zombi sacude a Juventus que empata de inmediato. Abertura lateral de Méndez a
Olegario que manda un misil desde fuera del área y aleja los malos espiritus. Se alejan los temores pero es innegable que
algo no funciona en el entramado de los grises. Muchos errores de apoyo y mucha superficialidad en el remate a puerta. Falta
Avalos suspendido y ninguno de los presentes es capaz de realizar esa tarea hormiguita que
requiere de mucho despliegue físico. Napoli sigue haciendo su juego y poco antes de terminar el primer tiempo se vuelve a
poner en ventaja gracias a un penal concedido por el árbitro que los juventinos protestaron con vehemencia. Objetivamente
nos pareció que si fue penal. De Melo no se dejó impresionar por las distracciones psicológicas y anotó con maestría. Al comenzar el segundo tiempo Zanoletti, bastante distraído durante toda la primera
parte tiene la oportunidad de emparejar nuevamente pero dilapida en doble tiro rematando torpemente a un lado de la puerta.
Los temores volvían en Juventus que dejó de jugar con las piernas y el cerebro y comenzó a utilizar la lengua y las vísceras.
Nada bueno podía salir de eso. El partido se arrastraba con increíble fatalidad a una derrota del líder que ya no tenía lucidez
para orquestar buenas jugadas y más bien le costaba la recuperación de la pelota. Los experimentados napolitanos hacían tiempo
y eso contribuía aún mas a los nervios ajenos. Faltando un minuto a los 80 Zeoli cae al borde del área del Napoli, no hay
foul pero el arbitro compra la voltereta y concede el tiro libre. En el intento de perder un poco de tiempo Arnout y Olegario
se empujan entre si. Arnout propina una patada el adversario y el arbitro se ve obligado a expulsarlo. (Poco antes había salido
también Carafa por doble amonestación). La defectuosa barrera fue una invitación impelable para Olegario que mandó un misil
directo a puerta justo en la rendija que dejó Arnout. 2-2. Ahora el zombi cambiaba de cuerpo. Ya no era el Napoli el muerto
que se levanta sino el Juventus. El árbitro concede cuatro minutos de extra time debido a los retrasos que el Napoli deliberadamente
y justificadamente provocó. Al primer contragolpe y con dos hombres menos la heroica resistencia de los azules se desmoronó.
Faratro pierde un contraste de ultimo hombre con un juventino que se embala solo hacia la portería. Asistencia a Olegario
que llegaba solo por la izquierda y victoria agónica, sufrida en el minuto 81. Juventus con esta victoria y solo un partido
por jugar pudiera titularse en caso de un empate entre Roma y Torino la próxima semana.
Roma abandonó oficialmente su aspiración al titulo al caer derrotado por dos goles a cero contra
Genoa que a su vez conquistó su primera victoria de la temporada. Un penal de Martins a los 32 minutos de la primera parte
y un gol de Julio Fernandez faltando 10 minutos para el final fueron suficientes para domar a un equipo romanista débil y
sin capacidad de reacción.